Kata Schlierf

Comunicación NoViolenta y prácticas restaurativas

Comunicación NoViolenta y prácticas restaurativas

Desarrollan la capacidad de escucha empática cuerpo-mente a nivel intra-, interpersonal y sistémico. Sirven para abrir alternativas olvidadas a patrones establecidos, resolver nudos a veces antiguos y aprender a vivir las tensiones y los conflictos de forma constructiva.

La Comunicación NoViolenta fue creada por el psicólogo Marshall Rosenberg con el deseo de aportar una mayor comprensión a las relaciones humanas y contribuir a un mundo que tenga en cuenta las necesidades de todos los seres vivos. Implica la transformación de un pensamiento y lenguaje de culpa, vergüenza, juicios morales, crítica y exigencias hacia un pensamiento y lenguaje que contribuya a la vida. Las herramientas de la Comunicación NoViolenta fueron las primeras de mi caja de herramientas a entrar en mi vida. Me sirvieron a revisar mis palabras y su subtexto y a descubrir nuevas formas de usar las palabras, de expresar lo que tenía dentro y de escuchar lo que me venía de fuera. 

Las prácticas restaurativas ofrecen formas de abordar conflictos en grupos y organizaciones desde la empatía y el diálogo; son particularmente desarrolladas en el ámbito educativo.

En los cursos y grupos de práctica, traigo primero herramientas para desarrollar la empatía y poder aplicarla en nuestra vida cotidiana. Un primer paso, a menudo sorprendente para las personas participantes, consiste en descubrir el poder de la auto-empatía. En mi experiencia, es un ingrediente fundamental para todas las demás herramientas, como por ejemplo la „imagen enemiga“ que es otra de las herramientas básicas. Es lo que hace posible todo lo demás. La auto-empatía nos permite conectar con una postura amorosa y humilde a la vez que firme, y entender poco a poco que podemos estar en la empatía sin necesariamente estar de acuerdo. Digo poco a poco porque nuestra socialización a menudo nos hace creer imposible o indeseable la empatía en momentos de desacuerdo, para no perder fuerza a la hora de defender nuestros valores o cuidar de nuestras necesidades. Deconstruyendo esas creencias podemos descubrir que la empatía nos permite justamente cuidar de lo que nos importa de una forma más sana y más efectiva. 

Más tarde, exploramos igualmente herramientas que ponen el foco sobre el rango y el privilegio, para situarnos en el mundo de forma consciente, con humildad y responsabilidad. ¿Cómo reconocer nuestras violencias y responsabilizarnos de ellas sin caer en la trampa de la culpa? ¿Cómo nombrar las violencias de otrxs de una forma que conduce a la reconexión, reparación, regeneración? ¿Qué espacios y formatos necesitamos para apoyarnos en este camino, para no caer en los hábitos del viejo paradigma patriarcal? Invito a explorar estas preguntas juntxs para encontrar respuestas situadas y creativas. 

Me gusta trabajar con estas herramientas del mundo de la Comunicación NoViolenta y de las prácticas restaurativas en grupo, a menudo en círculo. Suele pasar que vayamos notando una energía particular que va emergiendo en el círculo. La magia de la empatía. 

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