Jin Shin Jyutsu

Jin Shin Jyutsu

practicando la autoayuda – tumbada, sentada, de pie esperando el bus…

El Jin Shin Jyutsu es un antiguo arte japonés que nos enseña a escuchar con nuestras manos nuestra energía vital, y así a armonizar la misma. Permite con gestos muy sencillos de autoayuda y de apoyo mutuo la armonización de los flujos de energía que condicionan nuestro equilibrio físico, emocional y mental. La práctica regular nos lleva, aparte de armonizar nuestra energía, a conocernos poco a poco mejor, estar cada vez más en nuestro centro, y empezar a tener nuestra salud en nuestras propias manos.

Estoy muy agradecida al maestro Jiro Murai, quien re-descubrió esa sabiduría popular a principios de 1900 en Japón, y a Mary Burmeister, quien aprendió con él y llevó el Jin Shin Jyutsu al mundo occidental.

El Jin Shin Jyutsu entró en mi vida en un momento cuando estaba en un punto muerto con la Comunicación NoViolenta, porque la conocí y la viví al principio desde la mente. El Jin Shin Jyutsu me hizo posible conectar conmigo misma aunque mi mente estuviese en sus esquemas habituales, y me hizo experimentar cambios significativos y profundos en mi forma de estar en el mundo sin que mi mente analizara y ordenara nada al respecto. Lo cual era muy nuevo para mí: he podido salir, con paciencia, de este círculo vicioso probablemente conocido por muchas personas de usar el análisis mental para orientarse en la vida y encontrar respuestas a lo que está pesando, cuando a la vez esa actitud problematizante hacia la vida es la raiz del problema (eso de no poder dormir porque la mente da vueltas, y eso de imaginar que al pensar las cosas BIEN y MUCHO encontraríamos respuestas a lo que pesa). Me ha cambiado mi manera de pensar, soltando una constante problematización de mi misma, hacia una postura de cada vez más aceptación amable del aquí y ahora

Me parece un arte magnífico y tremendamente útil por su sencillez y su efectividad, además de su radicalidad. Los gestos de autoayuda son tan fáciles de integrar en la vida cotidiana que no ha pasado ni un día en el que no lo haya práctica en los casi ocho años desde conocerlo. Se practica con la ropa puesta, y en cualquier circunstancia – aunque tiene más efecto cuando se practica en un contexto que favorece la relajación (una postura cómoda, un entorno tranquilo), los gestos se pueden aplicar igualmente y de forma discreta esperando al autobús o durante una reunión. También es fácil y sin peligro practicar desde muy pronto con otras personas. 

Algunos efectos se notan más a largo plazo, otros son inmediatos. Un efecto a largo plazo es el aumento de la capacidad de percibir la energía vital y su fluir, cuando al principio se nota sobre todo la relajación. Y es con la práctica regular que el Jin Shin Jyutsu tiene más efecto: es más interesante practicar todos los días cinco minutos que una vez a la semana una hora.

La radicalidad del Jin Shin Jyutsu está para mí en que nos invita y apoya constantemente a habitar otro paradigma desde ya. Dejamos de ver nuestros síntomas como „problemas“ para apreciarlos como puertas para la armonización. 

Enlaces: 

“El Jin Shin Jyutsu no pretende sustituir a tratamientos médicos convencionales.”